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lunes, agosto 03, 2009



GILLIAN MURPHY: una lección de geometría sobre unas bailarinas

Les seré sincero. No tengo ni el más mínimo conocimiento técnico sobre ballet. No me pregunten como se llama este paso o ese otro giro. Ni idea. Sólo he sabido acercarme a él, al ballet, de puntillas, como bailan sus bailarinas.

Y la responsable de que me haya asomado como curioso espectador a este, para mi, desconocido mundo,no es otra que esta bailarina de voz tímida y frágil aspecto, que torna en Diosa cuando se calza esas alas blancas y suena la música.
Me invitaron un día a ver en el teatro "El lago de los cisnes", interpretado por el Ballet Nacional Ruso. La música no era en directo, y eso siempre resta puntos en cualquier espectáculo, pero dio lo mismo. Acababa de descubrir algo cautivador. Esa combinación de movimientos armoniosos al ritmo de la música me habían emocionado como pocas cosas de las que hasta entonces había visto.


Y quise más. Y entonces encontré esta perla, la misma obra, esta vez interpretada por el AMERICAN BALLET THEATRE, el más importante de los EE.UU. y uno de los mejores del mundo. Era sólo un DVD, pero la emoción volvía a repetirse. Pero esta vez había más. Todos nos hemos enamorado de una película, de una canción, de un libro......y en aquel momento yo lo acababa de hacer de una bailarina: GILLIAN MURPHY.

Me has enseñado que paras el tiempo cuando cesa la música, te he visto girar con la rapidez de la hélices de un avión, te has quedado suspendida en el cielo con tu pie como único apoyo, has estirado tu cuerpo hasta hacerlo casi infinito, le has dado perfil para que viera que los ángulos no eran sólo dibujos en libros de geometría, y le has puesto múltiples formas a la belleza, que te seguía a cada paso por el escenario. Esa manera de moverse, que no es moverse, es flotar. Es imposible hacerlo con más sutileza y elegancia. Que manera de dominar la escena.

Eras un cisne blanco convertida en maga negra, pero tu encanto no podía esconderse bajo ningún disfraz. Para mi todo eso fue una fantasía. Eras la viva imagen de esas bailarinas perfectas de las cajas de música.

Pero un día, pude verte en directo, en el Teatro Real. Ahora eras Gamzatti, en "La Bayadera", y perdí algo de la fantasía al descubrir que eso que creía un sueño, una ilusión, era ahora, ante mis ojos, una realidad. Los giros imposibles eran posibles, volabas aún más alto de lo que pude imaginar, y nos arrancabas las ovaciones y las lágrimas para hacerte aún más grande. De eso os alimentáis las Diosas, del calor de nuestros aplausos y de esa felicidad que desprendemos cuando os contemplamos. Es un peaje que se paga gustoso cuando el bien comprado es la belleza que nos ayudáis a descubrir, que siempre puede estar encerrada en cualquier sitio, pero de la que vosotras siempre tenéis llave.

A ti, GILLIAN, gracias por tu regalo, y por hacernos creer que los Dioses existen. Que tus alas siempre te lleven más y más alto.












GILLIAN MURPHY: Swan Lake Pas D'action






Y aquí tienen un ejemplo de la palabra "BONITO". La Bayadera, comienzo del Reino de las Sombras (Paris Opera Ballet).......Bravo!!!!! No me gusta jurar, en serio, pero les juro que ver esto en directo pone los pelos de punta.






jueves, julio 02, 2009


Tener "ángel"

¿Han escuchado alguna vez esa expresión? Seguro que sí.
Norah Jones (New York, 1979) representa esa expresión en su más alto grado.
Ella no canta, no, ella te habla, te susurra con su cálida y envolvente voz. Las canciones llegan, una tras otra, donde sólo llegan algunas: al alma.
Pocos saben que es hija de Ravi Shankar, uno de los más grandes virtuosos del sitar, y famoso por su asociación con George Harrison (The Beatles), al que inició en la práctica de este singular instrumento. Quizá alguno más sepa que esta señorita, con su pequeña gran voz, vendió mas de 20 millones de copias de su primer disco "Come away with me", además de arrasar en la entrega de los premios Grammy de 2003, donde consiguió 8 galardones, incluyendo los de mejor canción (Don´t know why), album, disco del año y artista revelación. Se calcula que la venta de todos sus discos supera los 36 millones de copias en todo el mundo.
Pero poco tiene que ver esto con "tener ángel". Esta chica está muy por encima de premios y ventas. Su voz te atrapa. No puedes escapar, ni quieres hacerlo. Sólo quieres que te siga llevando hasta el siguiente verso, donde arrastra y modula su voz de una manera mágica.
Seguramente habrán escuchado voces mas portentosas, con capacidades asombrosas para alcanzar tonos imposibles. Norah no es eso. Norah es el encanto de la sencillez, la emoción en estado puro alejada de todo artificio.
Y luego está al atrevimiento y el talento natural. El primero para versionar a un tal Ray Charles (les suena??) con la canción "Hallelujah I love her so", sabiendo como llevarla a su terreno, y hacerla tan personal sin perder la esencia de la música, haciéndola absolutamente deliciosa. Esta versión puede encontrarse en el disco "Live in St. Germain".
Otra maravillosa canción, versionando en este caso a "The Band", es "Bessie Smith", donde se homenajea a la gran cantante de blues de los años 20 y 30 del mismo nombre. Este tema puede escucharse en el concierto que Norah dió en "The House of Blues" en el año 2002. Sencillamente espectacular.
Hay discos que caen en tus manos. Los oyes. Jamás vuelves a escucharlos.
Hay otros, sólo los elegidos, que caen en tus manos y son tuyos para siempre. Ya son parte de tu historia, de tu vida, de tus emociones. Esos discos que puedes oir una y mil veces, hasta casi destruirlos fisicamente del uso, y nunca jamás te cansarás de ellos. Cada canción será una nueva oportunidad, será como una primera vez inolvidable. Un nuevo viaje a una vieja y conocida emoción.
Todo esto y más son tus canciones, Norah. Todo esto y mucho más eres tú.
Para tí, mi humilde homenaje. Gracias por hacer de la emoción, música.

CANCIÓN: "Bessie Smith"
Norah Jones: Voz, piano electrico Wurlitzer
Adam Levy: Guitarra
Lee Alexander: Contrabajo
Andrew Borger: Batería